Plagas en la vid








La vid (Vitis vinífera), como especie cultivada ha estado ligada al hombre desde la antigüedad, en el Asia Menor, Norte de África y región del Mediterráneo. En cuanto a su manejo, existen diversas modalidades de poda, conducción y densidad de plantación, lo que a su vez a modificado las características micro climáticas del cultivo.
La vid es una planta de alta rusticidad, relativamente tolerante a muchas plagas. Sin embargo, los mismos procesos de adaptación, mejoramiento, y selección clonal, han llevado a esta especie a una condición cada vez mayor de susceptibilidad a las plagas, con mayor disponibilidad de tejidos suculentos y racimos mas expuestos a los ataques de los insectos.
Un viñedo o un parronal de uva de mesa constituye un monocultivo, con variedades muy bien delimitadas en cuarteles definidos, con un periodo relativamente preciso de floración, fructificación y cosecha.
El parronal, es un cultivo de muy alta tecnología en cuanto a sistemas de producción, fertilización y sanidad. El acondicionamiento hormonal y mecánico del fruto, lo hace a la vez mas susceptible al daño por insectos y ácaros.
En general la vid, por su condición de rápido crecimiento, textura de sus tejidos, riqueza nutricional de sus órganos de crecimiento y microambiente, parece ser muy atractiva y palatable para numerosas especies animales incluyendo nematodos, moluscos, ácaros e insectos y algunas especies de aves y mamíferos.
El principal grupo de problemas que afecta el sistema radicular de la vid está representado por nematodos (Meloidogyne, Pratylenchus y Xiphinema), margarodes y burritos.
La estructura aérea (tronco, y sarmientos), tienen características favorables, para la atracción de insectos plagas, así como de enemigos naturales. Las arañas de las familias Salticidae y Tomisidae, se alimentan de una gran variedad de artrópodos, especialmente en parras de más edad. También se encuentran piojos de la corteza (Corrodencios), ácaros predatores (ej. Phytoseiidos), chinches predatores (Anthocoridos), chanchitos blancos, larvas de insectos como los Tortrícidos, huevos de burritos, arañitas invernantes (Brevipalpus chilensis), trips (Frankliniella y Drepanothrips), ninfas de conchuela café (Parthenolecanium corni y P. persicae).
El tronco de la vid tiene una alta tolerancia a numerosas plagas de la corteza (escamas) y plagas xilófagas (taladradores, termitas), siendo capaz de tolerar altas densidades de insectos. La yema, bien protegida, por dos brácteas coriáceas y por las fibras algodonosas, encierran formas adultas del trips del follaje (Drepanothrips) que se encierran entre las brácteas, formas adultas de erinosis (Colomerus vitis), que se esconden entre la segunda bráctea y la base de las yemas, huevos invernantes de arañita roja del parronal (Oligonynchus vitis).
Proeulia es un género del Orden Lepidóptera. En uva de mesa y vinífera, puede constituirse como plaga primaria por sus daños directos sobre el racimo y follaje, o por sus daños indirectos por facilitar el ingreso de Drosophila y de hongos patógenos como moho gris Botrytis cinerea y moho negro Cladosporium sp.
La polilla del racimo de la vid o Lobesia botrana, su larva provoca un daño directo al alimentarse de los racimos, produciéndose una pudrición y deshidratación de las bayas, situación que hace disminuir los rendimientos de las viñas.